sábado, 16 de enero de 2010

Recuerdos de Puerto Pizarro

Durante mi infancia, como en la de muchos, existieron muchas reglas; en mi casa había una que no estaba establecida pero se cumplía religiosamente cada verano: Viajar a Puerto Pizarro y disfrutar al máximo.

Yo esperaba desesperadamente el verano para alistar las maletas y volar a Tumbes. En ese entonces Puerto Pizarro era un pueblito de esos tantos que están desatendidos, pero con mucho por ofrecer a sus visitantes. Nos hospedábamos en el Motel Puerto Pizarro frente a la playa, y esa playa llena de lanchitas que servían para visitar las islas de alrededor.

Si visitaste Puerto Pizarro y nunca te picó una raya o un “sapobrujo” déjame decirte que tuviste muchísima suerte. Recuerdo estar en la isla del amor (la más visitada) y ver siempre a alguien salir gritando del agua por haber pisado a uno de estos animales poco amigables, pero nadie dejaba de disfrutar su vernao en la isla (salvo el que era picado jajaja).

Ver el atardecer desde el Motel Puerto Pizarro era todo un acontecimiento inolvidable, nunca me había sentido tan cerca del sol, nunca volví a ver un ocaso más hermoso.

Me encantaría volver a Puerto Pizarro pero ahora es más dificil, antes vivía en el Norte ahora estoy en Lima y con responsabilidades que debo cuimplir, ya Dios permitirá un tiempo para regresar. Y quiero regresar para ver en persona el cambio que ha tenido Puerto Pizarro, ahora existe un malecón mejor construido y un muelle pequeño para embarcar a las lanchas cuando sube la marea.

Les dejo una foto del verano del ‘96 en la Isla del Amor, disfrutando el verano.

Puerto Pizarro Feb 1996

 

Visiten Puerto Pizarro, es lo máximo!

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miércoles, 13 de enero de 2010

Vivencia alentadora (en un bus)

Hoy mientras viajaba en bus me permití parar la oreja a una conversación ajena que no pude dejar pasar, no por tratarse de algún buen chisme sino por tratarse de un muy buen ejemplo.

Estaban sentados en la parte trasera del bus un señor de unos 40 años y un muchacho que lo acompañaba, probablemente yendo a hacer algún cachuelito pues no eran de saco y corbata y traían consigo herramientas; le contaba el primero al joven parte de nuestra historia como quien cuenta una anécdota o una propia experiencia, le hablaba con tal pasión y entusiasmo que alzaba la voz un poco más de lo normal. El señor hizo corto el relato porque el paradero llegaba y debían bajar, pero me llamó la atención de cómo después de contar las hazañas de nuestros héroes durante la guerra del Pacífico, el hombre concluyó diciendo: “Ahora en el Perú hay un montón de gente que no que no ama a su país, por eso somos lo que somos…”  Yo sólo asentí y le di toda la razón, pues la tenía: somos lo que somos por no amar a nuestro país.

Lo que me dio muchísimo gusto fue el ver a este hombre, que sin ser viejo, conocía nuestra historia y la contaba como si hubiera estado en ese preciso lugar, mientras que el muchacho escuchaba con atención. Me dio gusto ver que existe gente que ama a nuestro país y cree todavía que “esto” cambiará pronto y que transmite su esperanza a los demás.

Lamentable la conclusión del hombre pero me permitió saber que la gente lucha por su país y a pesar de ser poca la cantidad es mucha la fuerza. Me animó mucho a seguir Haciendo Perú, por eso lo comparto para pasarte el ánimo. Amemos al Perú, podemos llegar lejos, pero necesitamos de tu ayuda.

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martes, 5 de enero de 2010

Adios a los Buses Viejos y Combis Asesinas


Según la Municipalidad de Lima dentro de 5 años ya no habrá buses viejos ni combis asesinas circulando en la ciudad. Se supone que ese lapso irán desapareciendo los buses con más de 20 años de fabricación (¿tenemos buses de 20 años de vejez circulando en las calles?, ¡qué peligro!) Existe un plan programado para ir sacándolos junto con las combis, pero de a pocos.


No entiendo por qué quieren esperar CINCO AÑOS para hacerlo (!), tienen como propósito hacer cumplir las leyes de tránsito pero, como sabemos todos, los policías corruptos siguen afuera “haciéndolas cumplir” muy a su manera.


Lo bueno de esta “purgada” al transporte público es que nos da una esperanza, lejana pero esperanza al fin, de poder ver algún cambio en Lima (en este caso), mejor sería que el cambio nazca de los ciudadanos mismos, porque como sabemos muy bien, si esperamos a las autoridades simplemente nos vamos a morir de viejos.

Vamos a ver como resulta el plan este por mientras sigamos trabajando para hacer un cambio mejor y más profundo, cada peruano que cambie su manera de pensar saldrá de la mediocridad y pondrá más que un grano de arena en el desarrollo del Perú.
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